jueves, 19 de mayo de 2011

La progesterona y yo. O: "Mi lucha contra el estreñimiento"

La progesterona puede estreñir. Y lo hace, creanme...

Los primeros días no lo noté, pero los últimos, ir al baño se convirtió en una pesadilla diaria.
Tenía que hacer demasiada fuerza y las cacas (con perdón de la expresión) eran demasiado grandes y duras. una tortura que se empeoraba en el momento en que me daba cuenta que, casualmente o no, después de hacer tanta fuerza me salía un poquito de flujo con sangre de la vagina. Espeluznante, sí...

Todo el mundo te dice que tener pequeñas perdiditas de sangre vaginal puede ser normal. Que hay gente que incluso tiene pérdidas parecidas a menstruaciones. Que mientras no sea sangre roja, no hay de qué preocuparse. Que si tu obstetra no se preocupa, no hay de qué preocuparse. Que si en la última ecografía que te hicieron se veía todo lo que se tenía que ver, no hay de que preocuparse.

Pero, la verdad, es que cada vez que ves un ligero tono rosado en tu bombacha o en el papel higiénico lo que menos fácil te resulta hacer es relajarte (sobre todo cuando todos esos médicos y técnicos de guardia se encargaron de decirte una y mil veces "Es muy reciente, yo veo embarazos que se interrumpen todo el tiempo, etc.")

Yo la estoy llevando bastante bien. A veces me preocupo más, a veces menos. Podría decirse que va en relación directa al tono de la sangre: la vez que más roja salió, más me preocupé, la vez que más rosa viejo o marrón salió, menos me preocupé. Y supongo que si saliera más cantidad que ahora, me preocuparía mucho más. Hasta ahora son pequeñas porciones (la más grande fue de un centímetro, aprox) de flujo rosado, o flujo blanco con un hilito de sangre roja en el centro. Pero esto puede pasar hasta 2 o 3 veces al día, todos los días desde hace aproximadamente 5...

Entonces, como no puedo hacer nada para luchar contra eso específicamente, me puse a guerrear enérgicamente contra el estreñimiento.

Y, de todas las cosas que probé, les voy a decir con cuáles me quedé porque quizás a algunas de ustedes puedan ayudarlas:

PRIMERO: Tomar los dos litros de agua diarios (sin agua, las heces se endurecen). Agua es mejor, pero también pueden ser jugos o mate (mi obstetra me dijo que puedo tomar mate. sin excesos, claro) o mate cocido. Recuerden que el té es astringente (y además tiene cafeína, igual que el café Y el mate). De paso, con todo ese líquido, ayudan a mantener limpias las vías urinarias.

SEGUNDO: Eliminar TODOS los quesos (sí, una catástrofe, sobre todo para una persona como yo que ha vivido toda su vida a base de quesos de distintos tipos. Pero pensemos que es sólo por un tiempo y por una muy buena causa). Y seguir una dieta muy rica en fibras (reemplazar TODAS las harinas y cereales por integrales), mucha fruta, mucha verdura, mucha legumbres.
Ejemplos de esto pueden ser: un revuelto de arroz integral, lentejas y puré de zapallo -yo le pongo miso también- para almorzar o cenar. Arroz integral con verduras de oja verde crudas o chauchas o repollo (parece que los espárragos tienen mucha fibra, pero yo los probé). Verduras cocidas al vapor (cuanto menos las cuecen, menos fibra pierden, entonces es mejor no sobrecocinarlas) con quinoa, por ejemplo.
Atentas por la carne roja en exceso también constipa.
Y mi desayuno preferido: las frutas que tenga (manzana, pera, ciruela, mango, kiwi, etc.) cortadas en daditos, avena, semillas de lino y yogur activia. Si quieren, también le pueden agregar unas almendritas que, de paso, refuerzan el ácido fólico que deben estar tomando ya en pastillas.

TERCERO: Las queridas e inigualables ciruelas pasas. Las mejores aliadas de una persona estreñida. El clásico es poner 3 o 4 ciruelas en un vaso con agua a la noche y a la mañana, en ayunas, tomarte el agua y comerte las ciruelas. Pero también sirve comerlas así como vienen del paquete o hervirlas un toque en un poco de agua y comerlas y tomar el agua, en cualquier momento del día.

CUARTO: Pueden probar también con semillas de lino solas (pregunté a mi obstetra y me dijo que NO hay ninguna contraindicación para las semillas de lino -en otro post voy a hablar de lo poco útil que puede resultar leer TODO lo que hay publicado en internet...-). Se pone una cucharadita (no tan pequeña tampoco) en medio vaso de agua, se deja toda la noche y a la mañana se toma todo, el agua y las semillas ¡adentro! SIN masticar. Si las masticás, parece que pierden parte de su acción antiestreñimiento.

QUINTO: Hay quienes dicen que está bueno tomar agua caliente en ayunas y hay quienes dicen agua helada. Yo probé las dos y me funciona siempre el vaso de agua helada. Pero, como cada persona es un mundo, cada uno tiene que probar la que mejor le vaya.

SEXTO: Caminar o nadar media hora diaria, al menos.

Con esa batería, las cosas se fueron ablandando de a poco. Nada es milagroso.
Otra cosa importante es tratar de no hacer demasiada fuerza al defecar, para que no salgan hemorroides. Tiempo, paciencia y no desesperarse.

En caso de necesidad también podría tomar lactulón me dijo mi obstetra. Y me lo compré, pero por ahora no lo usé (igual, recuerden que SIEMPRE hay que consultar con TU propio obstetra antes de tomar cualquier medicación, por más que se la hayan indicado a otra embarazada)

"Vida normal"

Lo primero que hicieron cuando dije que había tenido una mancha rosa viejo en la bombacha fue indicarme reposo y progesterona 200 mg, un óvulo por la mañana y otro por la noche.

Los primeros días de reposo fueron ab-so-lu-tos y tengo que confesar que incluso los disfruté. Leí, resolví mails personales y de trabajo atrasado, miré televisión y películas, me tiré en el sillón a mirar el techo... Todas cosas que no hacía hace mucho, porque soy en general una persona bastante hiperactiva.

Pero después de las primeras 72 horas, empecé a rogar que mi embarazo se estabilizara y me dejara llevar una vida más o menos normal.

Los días siguientes no hubo ninguna pérdida. Entonces, cuando volví a la guardia, a que me indicaran cómo continuar, la obstetra que me atendió me dijo la famosa frase de "No estás enferma, vos hacé tu vida normal".

Pero, por supuesto, no tenía ni media idea de cuál es mi "vida normal". Intenté hacerle las preguntas que me rondaban en la cabeza, pero los médicos (sobre todo si están de guardia) usualmente parecen tener problemas de tiempo, de paciencia y de escucha...

Salí de la clínica pensando que la "vida normal" de una jocketa, por ejemplo, debe implicar montar a caballo al menos 4 horas diarias. "¿Y si yo fuera jocketa?", pensé "¿debería hacer mi vida normal?". "¿Si fuese fisicoculturista o boxeadora o karateka o acróbata, debería seguir haciendo mi vida normal?"

En fin, metafísicamente hablando entonces: ¿Qué cuernos es una "vida normal"?

Mi "vida normal" incluye algunas actividades que son fuertes o exigentes físicamente. Unas más, unas menos. Algunas puedo manejarlas y otras no. Entonces: ¿cómo saber qué partes de mi vida "normal" era peligrosas para mi incipiente embarazo y qué partes no, más aún cuando venía de hacer un reposo total por las pérdidas?

-"No hacer abdominales, no levantar peso, no caerse", me dijeron. Todas cosas que yo hago en mi "vida normal". "Usá tu sentido común", me dijeron.

Y mi sentido común entraba en contradicción cada vez que me decían que tenía que hacer reposo absoluto si tenía otra pérdida, pero que hiciera mi "vida normal" si no las tenía. Porque, la verdad, entre el reposo absoluto y mi vida normal hay MUCHA distancia.

Primero decidí que continuaría con todo, con pequeñas adapataciones. Pero al pasar los días, y al darme cuenta que mi vida, de hecho, ya está bastante fuera de lo "normal" por el simple hecho de que es la primera vez en mis treintipico de años que estoy embarazada, decidí que suspendería algunas cosas, al menos por un tiempo.

Aquellas que me daban más duda o que sentía que quizás perderían su escencia si no podía hacerlas con la misma disponibilidad corporal que antes, las guardé. Me gusta más pensar que las guardé para más adelante, que que las suspendí.

Pensé "¿Por qué no asumir que éste es un evento único, que está en mi cabeza casi las 24 horas del día -al menos por el momento- y que es normal que me dé un poco de miedo encarar una actividad física extenuante, más allá de que le quite todos los saltos, abdominales y pesos? ¿En fin, por qué no aceptar que sí, que me siento un poco más vulnerable?"

Supongo que todos estos consejos standard que da la fuerza médica a las embarazadas (y a los pacientes en general, pero eso ya es otra cosa) tienen que ver con prevenir cuestiones standard. Entiendo que debe haber muchas mujeres que no quieren ni moverse por miedo a perder sus embarazos. Entiendo que debe haber mujeres que deben vivir el embarazo como algo parecido a una enfermedad. Entiendo que se debe buscar correr de en medio miedos infundados. Pero sacar la conclusión de que, entonces, hay que decirles a todas lo mismo, no es bueno.

Vuelvo a tener la sensación que me hizo sentir hace mucho tiempo que la homeopatía era la única salida: que la medicina debería recordar que cada persona es un mundo. Y que, aunque diferentes entre sí, muchos de esos mundos son "normales" y cada uno debe ser atendido en sus particularidades.

A la jocketa, a la fisicoculturista, entonces, habrá que explicarles que bajen un poco las revoluciones. A la muchacha sedentaria, habrá que explicarle que sería bueno que empiece a hacer algo de actividad física de a poco. Y así, en cada caso único y particular. ¿Verdad?

lunes, 16 de mayo de 2011

Presuntamente embarazada.

La primera cosa que nos llamó la atención fue la marcada manía de casi todos los médicos y técnicos jóvenes de guardia en aclarar cosas como "Legalmente, vos todavía no estás embarazada", "Esto es un presunto embarazo" (llegaron a decirme "Tenés un presunto atraso" cuando el atraso no tiene nada de "presunto"), "Es demasiado reciente. Todos los días vemos embarazos que se interrumpen" (sic), "No se entusiasmen", etc., etc., etc.

Y entendemos, eh... Entendemos adónde apunta la cosa.

Ahora, con tanta tecnología uno puede enterarse que está embarazado con mucha más anticipación que antes, que no existían los tests, las ecos transvaginales, etc.

Entendemos que hay embarazos que se interrumpen (pero también puede leerse en varios sitios de internet que no son más que entre el 3% y el 7%)

Entendemos que no se sabe cómo va a continuar todo.

Entendemos.

Pero también entendemos que no hace falta ser tan enfático. Que hay también muchísimos embarazos que llegan a término felizmente. Que siempre importa mucho cómo se va desarrollando TU embarazo, más allá de lo que pase con los demás.

Entedemos que está bueno ser un poco más humano y menos legal.

Entonces, si bien uno no espera que le hagan un baby shower en la clínica la primera vez que va a una consulta por un "presunto embarazo", tampoco es necesario aclararte TANTAS veces que no se sabe adónde irá a parar todo eso que te pasa. Porque, presunto o no, llegue a término o no, en tu cuerpo empezó un proceso que tiene que ver con la gestación de un niño. Y eso, en sí mismo, ya es una maravilla. ¿O no?